lunes, 2 de mayo de 2011

La confianza en Dios.

"No te inquietes por las dificultades de la vida, por sus altibajos, por sus decepciones, por su porvenir más o menos sombrío.

¡Quiere lo que Dios quiere! Ofrécele, en medio de inquietudes y dificultades, el sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo, acepta los designios de su Providencia.

Poco importa que te consideres un frustrado, si Dios te considera plenamente realizado a su gusto.

Despreocúpate, confiando ciegamente en ese Dios que te quiere para Sí, y que llegará hasta ti aunque jamás lo veas.

Piensa que estás en sus manos, tanto más firmemente agarrado, cuanto más decaído y triste te encuentres.

¡Vive feliz! ¡Te lo suplico!

Que nada sea capaz de quitarte tu paz, ni la fatiga psíquica, ni tus fallos morales.

Haz que brote, y conserva siempre sobre tu rostro, una dulce sonrisa, reflejo de la que el Señor continuamente te dirige.

Y en el fondo de tu alma, coloca, antes que nada, como fuente de energía y criterio de verdad, todo aquello que te llene de la Paz de Dios.

Recuerda: Cuanto te reprime o inquieta es falso... Te lo aseguro en nombre de las leyes de la vida y de las promesas de Dios.

Por eso, cuando te sientas apesadumbrado y triste. ¡adora y confía!"


Theilard de Chardin.

2 comentarios:

  1. Que bonito!!! Si hicieramos eso que dice aqui viviriamos siempre felices!! Me ha encantado. Graciasss

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  2. Gracias a ti por pararte a leer lo que se publica en este blog.

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