sábado, 12 de enero de 2013

Las riquezas de la vida.

Un día un padre llevó a su hijo pequeño a dar un paseo por el campo con el propósito de mostrarle como vivía la gente pobre.
Pasaron el día visitando a unos amigos campesinos. Cuando regresaban del viaje, el padre le preguntó a su hijo: "¿Qué te pareció el paseo?"
"Muy bien, papá."
"¿Viste qué pobre es la gente?", preguntó el padre.
"¿De qué hablas, papá?"  - replicó su hijo -."Vi que ellos tienen 4 perros, en cambio nosotros sólo tenemos uno. Nosotros tenemos una piscina que apenas llega hasta la mitad de el jardín, ellos tienen un riachuelo que nunca termina. Nosotros tenemos lámparas en el jardín, ellos tienen estrellas. Nuestro patio termina en la pared del vecino, el de ellos acaba en el horizonte. Ellos tienen tiempo para sentarse a conversar juntos. En cambio, mamá y tú estáis siempre trabajando y nunca os veo."
Cuando el niño terminó, su padre se quedó mudo. El hijo añadió, "Gracias, papá, por mostrarme tanta riqueza . . . "

Moraleja:
¿No es cierto que todo depende de cómo se vean las cosas?

2 comentarios:

  1. Una gran verdad.

    Como siempre, me sorprendes.
    Bss y feliz año. Mar

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  2. Gracias, amiga Mar.
    Feliz año también para vosotr@s.
    Antonio Gálvez.

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