Cierto día, un profesor entra al salón de clases y le dice a los alumnos, que se preparen para una prueba sorpresa. Todos se pusieron nerviosos, asustados por el examen que vendría, mientras el profesor iba entregando la hoja del examen vueltas hacia abajo, de modo que no vieran lo que contenía hasta que él explicara en qué consistía la prueba.
Una vez que entregó todas las hojas, les pidió que dieran vuelta la hoja y vieran el contenido. Para sorpresa de todos era una hoja en blanco que tenía en el medio un punto negro. Viendo la cara de sorpresa de todos sus alumnos, el profesor les dijo: - Ahora van a escribir una redacción sobre lo que están viendo.
Una vez que entregó todas las hojas, les pidió que dieran vuelta la hoja y vieran el contenido. Para sorpresa de todos era una hoja en blanco que tenía en el medio un punto negro. Viendo la cara de sorpresa de todos sus alumnos, el profesor les dijo: - Ahora van a escribir una redacción sobre lo que están viendo.
Todos los jóvenes, confundidos, se pusieron a pensar y a escribir sobre lo que veían. Terminado el tiempo, el maestro recogió las hojas, las colocó en el frente del escritorio y comenzó a leer las redacciones en voz alta. Todas, sin excepción se referían al punto negro de diferentes maneras.
Terminada la lectura, el profesor dijo lo siguiente: - Este examen no es para darles una nota, les servirá como lección de vida. Nadie habló de la hoja en blanco, todos centraron su atención en el punto negro. Esto mismo pasa en nuestra vida, en ella tenemos una hoja en blanco entera, para ver y aprovechar, pero nos centramos en los puntos negros.
La vida es un regalo de la naturaleza, nos es dada con cariño y amor, siempre tenemos sobrados motivos para festejar, por nuestra familia, por los amigos que nos apoyan, por el empleo que nos da el sustento, por los milagros que nos suceden diariamente, y no obstante insistimos en mirar el punto negro, ya sea el problema de salud que nos afecta, la falta de dinero, la difícil relación con un familiar, o la decepción con un amigo.
Los puntos negros son mínimos en comparación con todo lo que diariamente obtenemos, pero ellos ocupan nuestra mente en todo momento. Saca tu atención de los puntos negros, aprovecha cada bendición, cada momento que el Creador te dé, y sé feliz.
Autor Desconocido.
Recibí este texto por correo electrónico;
lo he reproducido tal y como me llegó.
Deseo que te haya gustado.
Efectivamente Antonio, Arthur Schopenhauer nos decía "Pocas veces pensamos en lo que tenemos; pero siempre en lo que nos falta", supongo que será la naturaleza del ser humano la que insistentemente nos hace caer en los mismos errores aún sabiendo que nos equivocamos.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Manolo por tus palabras; quisiera corroborar la frase que citas con otra que leí no hace mucho tiempo, pero que ahora no recuerdo: si la encuentro, la traeré a esta entrada, como un nuevo comentario. Feliz Semana.
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