jueves, 14 de mayo de 2009

Vivir el presente, II.

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A propósito de la entrada anterior, recibí también otro correo electrónico, en esta ocasión de J., donde se relata una conversación que, sin duda, guarda relación con lo que se exponía en este mismo blog el pasado 10 de mayo; dice así:

-Maestro, ¿cómo alcanzaré la vida eterna?
-Ya estás en la vida eterna. Entra en el presente.
-Pero ya estoy en el presente... ¿o no?
-No.
-¿Por qué no?
-Porque no has renunciado al pasado.
-¿Y por qué iba a renunciar a mi pasado? No todo el pasado es malo...
-No hay que renunciar al pasado porque sea malo, sino porque está muerto.

Bueno, para entender bien lo anterior, cabría explicar que, al menos yo, entiendo como “pasado muerto”, todo lo que pudo resultar dañino, todo aquello que ya no nos interesa ni nos vale actualmente,… Lo anterior no es el caso, por ejemplo, de esas amistades que mantuvimos en algún momento, que fueron buenas aunque haga tiempo que no las tratemos, que son del “pasado” pero que también forman parte de nuestros buenos sentimientos del “presente”, y con las que sabemos, si son realmente sinceras, que podemos contar para departir y reanudar una conversación en cualquier momento, como si el tiempo no hubiera transcurrido.
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4 comentarios:

  1. Esta mañana cuando he vuelto a mi antiguo centro de trabajo, he sentido que revivía mi pasado que yo creía muerto, y lo había enterrando porque me había hecho mucho daño. Ahora creo que nunca podré renunciar a ese pasado, porque me quedó gente a la que quiero mucho.

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    Gracias Mercedes por tu comentario que se constituye además en un claro ejemplo que ayuda a comprender lo que he querido transmitir con esta entrada.

    Buenas Noches.

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  3. La eternidad o vida eterna, es simplemente “ahora”, como lo muestra el Maestro, en el diálogo de tu entrada.Y el ahora no lleva consigo el pasado, que ya se fue. Todo en la eternidad es "ahora". En realidad, el texto dice que todo lo pasado está muerto porque ya es inexistente. Se vive en el “ahora” cuando no se vive en el ayer ni en el mañana.

    Lo que tu llamas pasado, Antonio, como conjunto de experiencias “buenas” que nos ayudaron a ser lo que hoy somos, sin duda, es un pasado que nos completa vital y psicológicamente y que se rehace en cada momento en nuestro aquí y ahora, en nuestro presente. Pero este pasado temporal ya está anulado. Ya se fue y como momento temporal no forma parte de la vida eterna.
    Saludos,
    Rocío

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  4. .
    Hola Rocío:

    He estado fuera desde la tarde del pasado jueves (el viernes se celebraba la festividad de la patrona de los trabajadores de la Administración Local), y al regreso encuentro tu comentario que agradezco sinceramente. Algunas fotografías he realizado estos días, así que también traigo nuevo material para publicar aquí.

    Buen fin de semana. Antonio.

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