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Estoy terminando de leer “La libertad interior” de Jacques Philippe. Afirma este autor que una de las condiciones indispensables para conquistar la libertad interior es la capacidad de vivir el instante presente. Al respecto, recuerdo ahora un correo electrónico que recibí, creo que enviado por A., con el siguiente texto:
Vive Hoy!
El ayer es sólo un sueño lejano,
El mañana una visión por llegar,
Pero el hoy, si es bien disfrutado,
Llena tu vida con la realidad...
Cada ayer traerá sus memorias,
El futuro te hará suspirar,
Mas el hoy, bien vivido, trae glorias
Que mañana podrás contemplar...
¡Vive Hoy! que el pasado no existe,
Por llegar el mañana aun está;
Si en "cada día su afán" resolviste,
Disfrutar el futuro podrás…
Vive Hoy!
El ayer es sólo un sueño lejano,
El mañana una visión por llegar,
Pero el hoy, si es bien disfrutado,
Llena tu vida con la realidad...
Cada ayer traerá sus memorias,
El futuro te hará suspirar,
Mas el hoy, bien vivido, trae glorias
Que mañana podrás contemplar...
¡Vive Hoy! que el pasado no existe,
Por llegar el mañana aun está;
Si en "cada día su afán" resolviste,
Disfrutar el futuro podrás…
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Qué verdad tan hermosa. Yo creo que la felicidad de vivir el momento, de saber disfrutar las pequeñas cosas que la vida te pone al paso, es la mayor libertad. Amanecer cada mañana ver, sentir, oler, querer...,y por supuesto pasados los cuarenta que te duela algo, si no ya sabes...... Besos
ResponderEliminarGracias Mercedes por tu comentario. Qué gran verdad me revelaste el día que te oí decir que "Si pasados los cuarenta no te duele alguna parte del cuerpo es porque ..."
ResponderEliminarFeliz semana y dichosos dolores ...
Con tu escrito, Antonio, me has recordado la famosa locución latina de Horacio: “Carpe diem quam minimun credula postero”, aprovecha el día, no confíes en mañana. Una buena filosofía de vida: disfrutar del presente sin inquietarte demasiado por el pasado, que ya no es. Ni por el futuro que, como simple proyecto, aún no tiene presencia. Ortega y Gasset decía que el presente, ese instante del que hablas en el poema, es la hoja delgadísima que separa el ayer, ya inexistente, del mañana que aún no ha amanecido. Sin embargo, pienso que es inevitable pensar en el mañana. A fin de cuentas somos seres abiertos al futuro…
ResponderEliminarUn saludo. Rocío
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ResponderEliminarGracias Rocío por este comentario tuyo con tanto contenido; ya dice el refrán que "de casta le viene al galgo", o lo que es lo mismo "de tal palo tal astilla".
Buenas noches.