domingo, 31 de enero de 2010

"Le premier jour du reste de ta vie".

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Durante la pasada semana, a primera hora y camino del trabajo, me topé varias veces con el cartel anunciador de una película en el que, en letras grandes, se podía leer su título: "Le premier jour du reste de ta vie" (en castellano "el primer día del resto de tu vida"). Lo interioricé y, una mañana tras otra, sobre las 7 horas y 55 minutos, el mensaje que me llegaba desde el expositor de anuncios era siempre el mismo: que viviera ese día como si fuera el primero, con las mismas energías que se emplean al iniciar cualquier aventura ilusionante, ...
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Este fin de semana he recordado la letra de la canción de Serrat, "hoy puede ser un gran día, planteátelo así ...", y la he relacionado con la experiencia de estos días de atrás, porque he caído en la cuenta de que para conseguir que cada día sea grande, como propone la canción, puede venir bien tener presente lo que transmitía el título de la película: que vivamos cada jornada, como lo que es, la primera de todas las que quedan por delante.

4 comentarios:

  1. Por un momento he pensado que hoy tocaban reflexiones en francés, jejeje!!!!

    Feliz Semana!!!

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  2. Buenisimo, hace mucho que no pasaba por aqui...
    Y que mejor recibimiento, con una entrada que me hace recordar muchos pensamientos que estaban al fondo de la bodega, jejeje

    Uno siempre piensa en esos mensajes, y al cabo de unos dias, se te escapan... pero siempre ocurre algo, que los trae de regreso, gracias! esto siempre es bueno, mas aun del modo que te ocurrio a ti...

    que no se te vayan al fondo de la bodega, amigo! a muchos nos ocurre... jejeje

    Saludos y mana!!

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  3. .
    Gracias Chari y Diego por vuestros comentarios; con el de Chari me reí mucho y el de Diego me pareció muy profundo.
    !!Feliz fin de semana!!

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  4. Anónimo8/5/11 10:18

    "Acaba cada día y dalo por terminado.
    Has hecho lo que podías.
    Sin duda, habrá habido errores y absurdos;
    olvídalos lo antes posible.
    Mañana será un nuevo día; empiézalo bien,
    con serenidad y con tanto ánimo
    que no lo empañen las nimiedades de siempre".

    RALPH WALDO EMERSON.

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