El filósofo George Steiner, en su obra autobiográfica “Errata. Examen de una vida”, cuenta que su padre le recomendaba no iniciar la lectura de un nuevo libro hasta que no hubiese escrito, y sometido a su valoración, un informe detallado del que acababa de leer previamente; si no había comprendido determinado pasaje, se lo leía en voz alta, y si seguía sin entenderlo, entonces copiaba el pasaje en cuestión y de ese modo ya no se le resistía. Conseguía así un mayor provecho y aprendizaje de las aventuras exploratorias que con su imaginación realizaba a otras culturas, a otros mundos, a otras vidas... y a otras formas de pensar.
El pasado verano leí “Principios de Urbanismo” de Le Corbusier y en un ejercicio de autodisciplina, parecido al de George Steiner, escribí un resumen muy breve sobre dicho libro que, posteriormente, decidí remitir como Carta al Director a diversos medios de comunicación que lo publicaron; voy a buscar dicho texto y lo doy a conocer en la próxima entrada del blog.
El pasado verano leí “Principios de Urbanismo” de Le Corbusier y en un ejercicio de autodisciplina, parecido al de George Steiner, escribí un resumen muy breve sobre dicho libro que, posteriormente, decidí remitir como Carta al Director a diversos medios de comunicación que lo publicaron; voy a buscar dicho texto y lo doy a conocer en la próxima entrada del blog.
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