viernes, 27 de diciembre de 2013

Paz.

Había una vez un Rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron. El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.

La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Quienes miraron esta pintura pensaron que ésta reflejaba la paz perfecta.
 
 
La segunda pintura también tenía montañas. Pero éstas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba  pacífico. Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, él miró tras la cascada una grieta en la Roca. En esta grieta se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado, plácidamente, un pajarito en el medio de su nido...

¿Cuál crees que fue la pintura ganadora? El Rey escogió la segunda. ¿Sabes por qué?
Porque, según explicaba el Rey, "Paz" no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. "Paz" significa que, a pesar de estar en medio de todas estas cosas, permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Éste es el verdadero significado de la Paz.

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